Uno de los componentes principales dentro de las etapas de planificación y de toma de decisiones relativas a la respuesta ante derrames, tanto en el Plan Nacional, como en los Planes Locales de las empresas con riesgo de derrames, es el conocimiento que sobre los recursos se tiene, de manera que las estrategias de protección y respuesta estén técnica y científicamente fundamentadas. Los mapas de sensibilidad recogen y presentan de manera gráfica el conjunto de recursos naturales, vivos y no vivos, los hábitats y ecosistemas, así como los usos, bienes y servicios asociados a ellos, además de los recursos operacionales y logísticos que para la respuesta existen en una determinada zona. Lo anterior a fin de definir la técnica de respuesta más adecuada, así como la priorización de los recursos a conservar.
Para la construcción de los mapas de sensibilidad, se utiliza la metodología conocida como Índice de Sensibilidad Ambiental (ISA), ampliamente aplicada a escala global para este tipo de estudios.